Manos que hablan

“Los que no lo entienden, no pueden comprender las posibilidades que proporciona a los sordos, el poderoso influjo que ejerce en la felicidad social y moral de las personas privadas de audición, ni su capacidad asombrosa para transmitir el pensamiento a inteligencias que sin él se hallarían en una oscuridad perpetua. Mientras haya dos personas sordas en la superficie del planeta y se encuentren se usarán señas.”

J. SCHUYLEY LONG

Director Escuela de Lenguaje de Señas para el Sordo (1910)

ETAPAS DE LA LENGUA DE SIGNOS EN EL NIÑO


Los bebés adquieren la lengua de signos de forma natural y espontánea. El niño con deficiencias auditivas asimila este modo de comunicarse a la misma edad en que los pequeños oyentes comienzan a hablar. Ello explica que la lengua de signos se desarrolle en etapas similares a las del lenguaje oral.

1. Balbuceo con las manos: entre los nueve y los doce meses, antes de que pudieran aparecer los primeros signos lingüísticos, los bebés sordos ya utilizan las manos (igual que los oyentes). Así lo concluye una investigación realizada por Laura Anne Petitto y Paula Marentette, del departamento de Psicología de la Universidad de McGill (Canadá). Los pequeños no oyentes cambian de forma repetitiva la orientación de las manos, en un modo que difiere del que usan los bebés que sí pueden oír.

2. Primeros signos. A partir del primer año, se pueden identificar los primeros signos definidos en los bebés con problemas de audición; aunque en niños de padres sordos pueden aparecer incluso antes (entre los ocho y los once meses de vida). Estas señales, igual que las primeras palabras del niño oyente, no se realizan siempre de la forma correcta. Pero sirven para expresar sus emociones.

3. Frases signadas: entre los 17 y los 22 meses, el lenguaje alcanza al menos 50 signos y los niños sordos comienzan a hacer sus primeras combinaciones de señas, para expresar ideas o percepciones más complejas.

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